IGNORANCIA HUMANA RADICAL

IGNORANCIA HUMANA RADICAL Es absurdo pensar que si bien fue imposible conocer y controlar la sociedad en el pasado mediante múltiples coacciones, con el avance de la informática y las comunicaciones, sería posible hoy ejercer ese control desde alguna cúspide de poder humano apoyándose en espionajes sin cuento y utilizando esos artilugios electrónicos aparentemente inteligentes.… Seguir leyendo IGNORANCIA HUMANA RADICAL

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DEMANDAS DINÁMICAS CRECIENTES

          Quedan todavía muchos reductos en la economía española donde se aplica la clásica economía de demanda en la que la empresa se dedica a producir «grosso modo» toda la producción posible suponiendo una demanda estática y homogénea. Si rige esta economía de demanda fija, los valores cuantitativos, la eficacia técnica y el aumento continuado de la producción material homogénea son lo decisivo. El proceso de la revolución industrial clásica presenta un fuerte componente inercial. Se tiende a extrapolar el mercado de demanda arbitrándose mecanismos artificiales para estimular un consumo que absorba una evidente superproducción.

          Frente a esta economía de demanda emerge con fuerza la llamada economía de oferta en donde pasa a un primer plano la oferta diferenciada y con valor añadido importante. En las empresas se ponen en primer lugar los valores cualitativos y dinámicos donde la innovación tecnológica y la capacidad de percibir las variaciones del entorno social constituyen las exigencias más importantes. No es que se dé una sobresaturación de productos sino que el cambio de estilos de vida exige la producción de nuevos productos y servicios. Si se difunde además la educación y aumenta la cultura, las demandas trascienden las necesidades básicas y se dirigen hacia bienes que requieren una elaboración más diversificada y sofisticada. Lo que el consumidor busca en algunos productos y servicios es satisfacer su deseo de manifestación y realización, su auto perfeccionamiento interior. En la sociedad cambiante del conocimiento priman más los planteamientos que exigen una reconversión continua hacia las nuevas demandas de los mercados.

          El nuevo horizonte de esta sociedad está en la flexibilidad de una oferta que descubre las necesidades cambiantes de la demanda y se pliega a ellas. El valor servicio aparece como el factor emergente y de futuro. Este proceso se ha acelerado además por la globalización e interdependencia crecientes. En pocos años se ha pasado de estructuras sociales que trataban de operar en compartimentos estancos a un modelo en el que la intercomunicación lo penetra todo. Antes se buscaba la autosuficiencia de los agentes económicos y sociales procurando aislarlos o distanciarlos. Hoy en cambio se piensa que la comunicación no perturba sino que enriquece. El conocimiento, y en concreto el mejor conocimiento de las necesidades superiores de la naturaleza humana, se pone en la base y el centro del progreso social y empresarial. Se hacen necesarios los modos de pensar más dinámicos, universalistas y humanistas.

AUTOENGAÑO EN LAS RELACIONES FINANCIERAS

AUTOENGAÑO EN LAS RELACIONES FINANCIERAS            Otro tipo de bienes aparentes, y por lo tanto éticamente injustos, son la resultante de ilusiones falsas favoreciendo el autoengaño de terceros y la explotación de su inexperiencia. Fomentar excesivamente la vanidad, el autoengaño o el afán de prestigio de la otra parte pueden también constituir ingresos… Seguir leyendo AUTOENGAÑO EN LAS RELACIONES FINANCIERAS

EMERGENCIA EN LAS RELACIONES FINANCIERAS

       Son rechazables éticamente aquellas formas de ingreso que surgen porque se crea para el comprador o para el vendedor una situación de emergencia.           La euforia financiera de las mal llamadas épocas doradas, unida a las ilimitadas facilidades crediticias de que gozaron las sociedades dinámicas allanaron las tomas de propiedad por parte… Seguir leyendo EMERGENCIA EN LAS RELACIONES FINANCIERAS

EL PELIGRO DE LAS ABSTRACCIONES

EL PELIGRO DE LAS ABSTRACCIONES            Hemos afirmado que la valía de algo es una relación de conveniencia del objeto valorado a los fines del sujeto término. Debemos añadir ahora que esa relación es una relación real. En el mundo económico no basta con idear, hay que «materializar». No nos podemos quedar en meras abstracciones,… Seguir leyendo EL PELIGRO DE LAS ABSTRACCIONES

ÊTRE UNIVERSITAIRE AUJOURD’HUI 

          L’évolution et l’adaptation de l’enseignement de l’économie à la réalité actuelle ne peut pas être déterministe, mais créative et harmonieuse dans la mesure où le progrès admet la variation et la libre génération. L’enseignement peut avoir une première conséquence négative : que l’étudiant protégé par les règles qui lui ont été imposés, sans avoir la capacité pour donner une explicaiton d’elles ni avoir saisi le sens. Une telle action est contraire à une attitude proprement rationnelle. Il n’y a pas de critique possible mais un conformisme répétitif qui empêche tout développement de la propre personnalité. Le véritable enseignement est celle qui montre les principes sur lesquels repose la conduite enseignée. Ainsi, l’action future ne sera pas seulement protégée par des règles, mais sera capable d’invoquer ces règles. Cette capacité fait l’action potentiellement auto-critique et élimine le conformisme et l’application indiscriminée des règles, et permet l’avancement et le développement personnel qui donnera les réponses appropriées aux nouvelles situations.

          Dans l’enseignement universitaire, il est nécessaire l’apparition des caractéristiques essentielles de cette institution séculaire, parmi lesquelles comprennent le souci universel de la connaissance, la liberté dans la recherche, la spontanéité dans les relations entre les enseignants et les étudiants ou l’indépendance du pouvoir politique. L’Université a créé un style de vie qui est inséparable de la compréhension occidentale du monde. Ce style fait que le savoir soit la méthode de l’avancement de la société et de la discipline pour la formation des générations futures. Pour essayer de renforcer ces caractéristiques essentielles de l’Université, elle ne peut pas tourner sur elle-même et stéréotyper les processus dans un académisme stérile. On ne peut pas perdre le lien entre la théorie et la pratique en succombant dans un intellectualisme trop pur ou trop soumis à la politique, ou, à l’autre extrémité, perdre le sens et l’orientation des connaissances pratiques. À mon avis, les sciences humaines ne peuvent pas être déconnectées des professions liées à la gestion économique en étant réduites aux actions éminemment techniques. Je ne considère pas que le style universitaire se renforce quand il se sépare radicalement de la culture scientifique et technique des sciences humaines. Nous devrions retrouver le sens de l’expression «être universitaire » qui implique un mode de vie, une méthode globale du travail, une vision du monde qui est stable mais aussi dynamiquement ouverte à quitter l’école.

 JJ Franch Meneu

SER UNIVERSITARIO EN NUESTROS DÍAS   

          La evolución y adaptación de la enseñanza de la economía a la realidad  actual  no  puede ser determinista sino creadora y armónica en cuanto que se afirma el progreso que como tal admite la variación y la libre generación. La enseñanza puede tener una primera consecuencia negativa que es que el alumno actúe amparado en las reglas que se le han expuesto, sin tener capacidad para dar una explicación de ellas ni haber captado verdaderamente su sentido. Tal actuación, evidentemente, es contraria a una  actitud propiamente racional. No hay posible auto crítica sino un mero conformismo repetitivo que impide todo desarrollo de la propia personalidad. La auténtica docencia es la que pasa de ese estadio para mostrar los principios sobre los que se apoya la conducta enseñada. De esta forma, la actuación futura no estará sólo amparada en reglas, sino que será capaz de invocar tales reglas. Tal capacidad hace a la acción potencialmente auto crítica y, por consiguiente, elimina el conformismo y la aplicación indiscriminada de las reglas, así como posibilita el avance y el desarrollo personal que dará las respuestas oportunas ante las nuevas situaciones.

          En la enseñanza universitaria deben aparecer los rasgos esenciales de esta institución multisecular entre los que cabe destacar la preocupación universal por el saber, la libertad en su búsqueda, la espontaneidad en las relaciones entre maestros y discípulos o la independencia del poder político. La Universidad ha creado un estilo de vida que es inseparable de la comprensión occidental del mundo. Ese estilo hace del saber el método de avance de la sociedad y la disciplina para la formación de las futuras generaciones. Para tratar de consolidar estos rasgos esenciales la Universidad no puede replegarse sobre sí misma y acabar estereotipando sus procesos en un academicismo estéril. Tampoco se puede perder la conexión entre la teoría y la práctica cayendo en un intelectualismo demasiado puro o demasiado sometido a lo político, o, en el otro extremo, perdiendo el sentido y orientación del conocimiento práctico. En mi opinión las humanidades no se pueden desconectar de las profesiones relacionadas con la gestión económica quedándose éstas reducidas a las acciones eminentemente técnicas. No considero que se realce el estilo universitario cuando se separa radicalmente la cultura científico técnica de las humanidades. Tendríamos que recuperar el sentido de la expresión «ser universitario» que implica un modo de vida, un método global de trabajo, una visión del mundo que se mantiene estable pero dinámicamente abierta al dejar las aulas.

       

LOS LIBERALES Y EL MUNDO DEL TRABAJO

Es curioso ver cómo desde posiciones filomarxistas, sindicales  y socialistas se hace una apropiación indiscriminada del mundo del trabajo con el recurso verbal al obrero y al trabajador por cuenta ajena. Parece que toda decisión política y económica, por  el mero hecho de venir de ellos tiene necesariamente que favorecer a ese mundo del trabajo tan maltratado. Sin embargo, en sus programas políticos y en las políticas económicas que realmente ponen en pràctica, se prima el consumo, la demanda, la subvención, el ocio y el gasto, sobre el ahorro, la oferta, la productividad, la competencia, y el trabajo en definitiva. La triste realidad de sus erróneas políticas acaba por perjudicar a quienes intentan favorecer y que son quienes les sustentan con sus votos en el poder. La Economía tiene sus leyes impresas en la naturaleza humana y no se puede ir por mucho tiempo en su contra si no se quiere caer en una miseria además coaccionada, esto es, que agosta la libertad individual y familiar.

          Son los pocos liberales que no han cedido al engatusamiento adormecedor de las políticas de demanda los que levantan la bandera del trabajo como motor de progreso en las sociedades donde se implanta. La competencia real y la flexibilidad y desregulación de los mercados de factores productivos donde cobra especial relevancia el trabajo cualitativamente distinto del vecino correspondiente, da lugar a que el comportamiento relativamente más idóneo y racional de ciertos individuos o empresas induzca a otros, estimulados por el éxito de aquéllos, a imitarlos para poder sobrevivir y mejor vivir.

          Es especialmente significativo este proceso en el ámbito de nuestra sociedad de la información y del conocimiento donde el desarrollo intelectual de una comunidad se basa en la rápida difusión de las opiniones sustentadas por un escaso número de personas pioneras en tal o cual innovación material, de organización, financiera o estratégica.

          Como indica Hayek, si una sociedad carente de espíritu empresarial se le permite a la mayoría abortar cuantas iniciativas pueda considerar inoportunas, poca probabilidad existe de que llegue a germinar adecuadamente el proceso espontáneo competitivo del mercado.

          Con estas novedosas, y a la vez viejas, ideas sobre la importancia del trabajo orientado a los mejores fines, los liberales se están adueñando a pasos agigantados de la defensa de la dignidad de los llamados obreros y trabajadores todos.

CONFORT QUALITATIF

CONFORT QUALITATIF  La tâche globale du développement économique intégral est de découvrir, extraire et accroître, à travers de concours coordonné tous les travaux physiques, organisationnelles, intellectuels et réflexives et le degré de gestion des ressources naturelles, aux besoins et aux objectifs humains. La valeur économique qu’il faut augmenter est l’orientation de ce qui est à… Seguir leyendo CONFORT QUALITATIF

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THE SHOEMAKER SHOULD STICK TO HIS LAST

THE SHOEMAKER SHOULD STICK TO HIS LAST Firmly establishing beforehand my deep respect for priests, I have to admit that sometimes, when attending a religious ceremony and I begin to hear the Economy being spoken about from the lectern of the temple, I begin to look around restlessly, I grind my teeth and symptoms of… Seguir leyendo THE SHOEMAKER SHOULD STICK TO HIS LAST

THE ZERO-SUM ERROR 

The opinion that in life, and specifically in the economy, when someone gains someone else loses, that nobody can prosper unless another or others are unsuccessful, is widespread even among those of us who should be experts in these issues. What is gained by those who win has to be equal to that which is lost by those who lose, and so only zero-sum phenomenon are produced.

I believe, however, that the general regressive nature of this conduct hasn’t been set forth sufficiently clearly. Faced by criticism, the response has always been that economic policies based on the zero-sum exerted a re-distributive effect in society;  and that they favoured, in short, the poorest and most marginal sectors of the population, to the detriment of the highest incomes. It is on this point where I disagree.

The core of the potentiality of economic science and its responsibility, is in convincing and applying that conviction consistently, that economic phenomenon are rarely zero-sum.  The most habitual is that they are positive-sum or also, and here lies the risk of a mistaken policy, negative-sum. An action will be positive-sum when all gain or, at least that which is gained is more than what is lost by those who lose. It will be negative-sum when all lose, or also if what is gained falls short of the amount lost.

I greatly fear that the vision of economic policy with zero-sum results is in the philosophy of many general and concrete outlines of budgets nowadays, in certain pressures of socio-economic agents and in many of the reflex actions of our daily life.  This type of attitude is restrained, for example, in the majority of collective agreement negotiations; in the simple act of bringing out an insinuation about the suitability of an ‘iron law’ for profits and in the entrepreneurial obsession with prejudice of wage rises without taking into account individual productivity. It is also restrained in the false dichotomy, raised so many times over the years, between the so-called social costs and investment costs (as if investment costs weren’t social or as if the social costs, well oriented, could not be considered as investment in human capital); in the attempts to force a regional redistribution by decree; in the general controversy over whether the public sector should increase or reduce its protagonism in economic life; etc. 

The radical contradiction entrepreneur-employee, rich-poor, good-bad, friend-enemy, native-foreigner continues to prevail, despite being an already obsolete interpretation.  It is assumed that what one gains the other necessarily loses.

Economic reality and experience, on the contrary, indicate that on the majority of occasions both have common interests.  The most fitting policy consists of being capable of generating positive economic synergies and avoiding negative ones.  It is necessary to substitute, in short, the Darwinian conception of competition (according to which the survival of the fittest implies the disappearance of others), for a vision more in tune with reality, in which competition is formed as a system of dynamic collaboration in the course of which all participants benefit.  I sincerely believe that a lot of energy has been wasted in deciding who were the guilty ones and in arguing over unimportant issues. I trust that there will be a reaction in time and the Spanish economy doesn’t end up like the fable about hounds and greyhounds.

The previous remarks indicate the usefulness of remembering, to conclude, Shackle’s deep and challenging affirmation: “The future is not discovered, it has to be created”.  If the government’s attitude, and the rest of the economic agents, is to trust in the determinist error that the simple passing of time improves the previous situation, we could reach a point of difficult return.  The longer it takes us to escape from the negative spiral in which we are immersed,  the more painful it will be to renounce such passive trends in order to begin to walk along the path of positive synergies.  Everyone will gain if we change the general orientation…and there will be no winners or losers.