Ven Santo Espíritu

Ven, Espíritu divino,
manda tu luz desde el cielo.
Padre amoroso del pobre;
don, en tus dones espléndido;
luz que penetra las almas;
fuente del mayor consuelo.

Ven, dulce huésped del alma,
descanso de nuestro esfuerzo,
tregua en el duro trabajo,
brisa en las horas de fuego,
gozo que enjuga las lágrimas
y reconforta en los duelos.

Entra hasta el fondo del alma,
divina luz, y enriquécenos.
Mira el vacío del hombre,
si tú le faltas por dentro;
mira el poder del pecado,
cuando no envías tu aliento.

Riega la tierra en sequía,
sana el corazón enfermo,
lava las manchas,
infunde calor de vida en el hielo,
doma el espíritu indómito,
guía al que tuerce el sendero.

Reparte tus siete dones,
según la fe de tus siervos;
por tu bondad y tu gracia,
dale al esfuerzo su mérito;
salva al que busca salvarse
y danos tu gozo eterno. Amén.

Regina Coeli

Reina del cielo alégrate; aleluya. 

Porque el Señor a quien has merecido llevar;
aleluya. 
Ha resucitado según su palabra;
aleluya. 
Ruega al Señor por nosotros;
aleluya. 
Gózate y alégrate, Virgen María;
aleluya.
Porque verdaderamente ha resucitado el Señor;
aleluya.

 
INGLÉS

SANTO ROSARIO

Misterios gloriosos (miércoles y domingo)

1. La Resurrección del Hijo de Dios.

Padre nuestro, 10 avemarías y gloria.

2. La Ascensión del Señor a los Cielos.

Padre nuestro, 10 avemarías y gloria.

3. La Venida del Espíritu Santo sobre los Apóstoles.

Padre nuestro, 10 avemarías y gloria.

4. La Asunción de Nuestra Señora a los Cielos.

Padre nuestro, 10 avemarías y gloria.

5. La Coronación de la Santísima Virgen como Reina de Cielos y Tierra.

Padre nuestro, 10 avemarías y gloria.
 

 
Amanecer-2-X

Amanecer-2-X

ORACIONES – ÍNDICE

PADRE NUESTRO

AVE MARIA – FRANZ SCHUBERT

VENI CREATOR

EL ÁNGELUS

REGINA COELI

  • (…)
Amanecer-2-X

MÚSICA SACRA – CANTOS LITÚRGICOS

Amanecer-2-X

SALMO 2

1 ¿Por qué se amotinan las naciones

y los pueblos hacen vanos proyectos?

2 Los reyes de la tierra se sublevan,

y los príncipes conspiran

contra el Señor y contra su Ungido:

3 «Rompamos sus ataduras,

librémonos de su yugo».

4 El que reina en el cielo se sonríe;

el Señor se burla de ellos.

5 Luego los increpa airadamente

y los aterra con su furor:

6 «Yo mismo establecí a mi Rey

en Sión, mi santa Montaña».

7 Voy a proclamar el decreto del Señor:

El me ha dicho: «Tú eres mi hijo,

yo te he engendrado hoy

8 Pídeme, y te daré las naciones como herencia,

y como propiedad, los confines de la tierra.

9 Los quebrarás con un cetro de hierro,

los destrozarás como a un vaso de arcilla»

10 Por eso, reyes, sean prudentes;

aprendan, gobernantes de la tierra.

11 Sirvan al Señor con temor;

12 temblando, ríndanle homenaje,

no sea que se irrite y vayan a la ruina,

porque su enojo se enciende en un instante.

¡Felices los que se refugian en él!

SALMOS DEL DÍA

San Miguel Arcángel

San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha.

Sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio.
Que Dios manifieste sobre él su poder, es nuestra humilde súplica.
Y tú, oh Príncipe de la Milicia Celestial, con el poder que Dios te ha conferido,
arroja al infierno a Satanás, y a los demás espíritus malignos que vagan por el mundo
para la perdición de las almas. Amén.

Salve Regina

Dios te salve, Reina y Madre de misericordia,

vida, dulzura y esperanza nuestra;
Dios te salve.
A ti llamamos 
los desterrados hijos de Eva;
a ti suspiramos, gimiendo y llorando
en este valle de lágrimas.
Ea, pues, Señora, abogada nuestra,
vuelve a nosotros esos tus ojos 
misericordiosos;
y después de este destierro, 
muéstranos a Jesús,
fruto bendito de tu vientre.

¡Oh, clementísima, oh piadosa, 
oh dulce Virgen María!

.

.

Te adoro con devoción, Dios escondido, oculto verdaderamente bajo estas apariencias. A ti se somete mi corazón por completo, y se rinde totalmente al contemplarte.

Al juzgar de ti se equivocan la vista, el tacto, el gusto, pero basta con el oído para creer con firmeza; creo todo lo que ha dicho el Hijo de Dios; nada es más verdadero que esta palabra de verdad.

En la cruz se escondía sólo la divinidad, pero aquí también se esconde la humanidad; creo y confieso ambas cosas, y pido lo que pidió el ladrón arrepentido.

No veo las llagas como las vio Tomás, pero confieso que eres mi Dios; haz que yo crea más y más en ti, que en ti espere, que te ame.

¡Oh memorial de la muerte del Señor! Pan vivo que da la vida al hombre; concédele a mi alma que de ti viva, y que siempre saboree tu dulzura.

Señor Jesús, bondadoso pelícano, límpiame, a mí, inmundo, con tu sangre, de la que una sola gota puede liberar de todos los crímenes al mundo entero.

Jesús, a quien ahora veo escondido, te ruego que se cumpla lo que tanto ansío: que al mirar tu rostro ya no oculto, sea yo feliz viendo tu gloria. Amén.

Original latino:

Adóro te, devóte, latens déitas,
quæ sub his figúris vere latitas.
Tibi se cor meum totum súbiicit,
quia te contémplans totum déficit.
Visus, tactus, gustus in te fállitur,
sed audítu solo tuto créditur;
credo quidquid dixit Dei Fílius:
nil hoc verbo veritátis vérius.
In Cruce latébat sola déitas,
at hic latet simul et humánitas;
ambo tamen credens atque cónfitens,
peto quod petívit latro pœnitens.
Plagas, sicut Thómas, non intúeor,
Deum tamen meum te confíteor;
fac me tibi semper magis crédere,
in te spem habére, te dilígere. O memoriále mortis Dómini!
Panis vivus, vitam præstans hómini;
præsta meæ menti de te vívere,
et te illi semper dulce sápere.
Pie pellicáne, Iesu Dómine,
me immúndum munda tuo sánguine:
cuius una stilla salvum fácere
totum mundum quit ab omni sælere.
Iesu, quem velátum nunc aspício,
oro, fiat illud quod tam sítio;
ut te reveláta cernens fácie,
visu sim beátus tuæ gloriæ.
Amen.