Marshall  en sus Principios de Economía definía la Economía como:

«el estudio de las actividades del hombre en los actos corrientes de la vida; examina aquella parte de la acción individual y social que está íntimamente relacionada con la consecución y uso de los requisitos materiales del bienestar. Así, pues, es, por una parte, un estudio de la riqueza, y, por otra -siendo ésta la màs importante-, un aspecto del estudio del hombre

CITAS DE LIBROS

CITAS DE LIBROS DE ECONOMÍA, DERECHO Y CIENCIA POLÍTICA

 Redes y productividad en la naturalezaTrabajo en red y productividad tecnológica crecienteSobre la población y los recursosDinamismo económico, tiempo y cienciaEl papel del Estado en la EconomíaLa unidad en la diversidad armonizadaPersona humana y patrimonio personal

– A medida que nos desplazamos desde el punto cero de normas hacia adelante (…)

          Si acabamos de reflexionar sobre el futuro también conviene ahora abrir las puertas intelectuales al pasado recreándolo. Los economistas, como todos, estamos encarcelados en el tiempo presente cumpliendo nuestra cadena perpetua particular sin esperanza de indulto antes de la muerte. Estamos siempre, y todos han estado, prisioneros de esa dinámica temporal inquietante pero que muchas veces rebosa también esperanzas pacíficas y chispazos de luz renovadora. Es peligroso atiborrarse del presente porque esa obsesión por la temporalidad inmediata no nos deja ver el modo de vivir y de pensar de quienes nos precedieron. Para ellos, lo importante y decisivo no era muy distinto de lo que es esencial también para nosotros. El rabioso presente puede sofocar las reflexiones de otras personas iguales a nosotros pero en circunstancias distintas y de las que tanto podríamos aprender. Como explica Emilio Lledó en La memoria del Logos: Emparedados en el presente, urgidos y condicionados por el mundo que nos rodea, sólo podemos respirar por la historia, por la memoria colectiva. Y es a través de esa memoria como podemos escuchar la voz de los textos y descubrir que sus mensajes no son pura letra; porque nunca nadie escribió por escribir.

Jose Juan Franch

El tiempo se despierta desde la reflexión (…)

Recordar es saber, cuando brota del tiempo interior, cuando emerge de la autarquía y de la mismidad. El tiempo de la anamnesia, de la reminiscencia, se despierta desde la reflexión, o sea desde la lectura de sí mismo. Entonces se descubren significaciones, intenciones, contextos. Emilio Lledó 

«Aristóteles afirma en sus Tópicos -un libro raramente leído por los economistas- que se puede juzgar mejor el valor de un bien si lo añadimos a un grupo de mercancías o lo sustraemos del mismo. Cuanto mayor es la pérdida que experimentamos con la destrucción de ese bien tanto más «deseable» es esa mercancía». 

KAUDER: «Génesis de la teoría de la utilidad marginal, desde Aristóteles hasta finales del siglo XVIII»The Economic Journal, septiembre 1953en El pensamiento económico.. .

CITAS DE LIBROS

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CITAS DE LIBROS DE ECONOMÍA, DERECHO Y CIENCIA POLÍTICA POR AUTORES

Lo singular precede y funda, en la realidad, a lo universal. Respecto al mundo que se nos muestra ante nosotros, la realidad verdadera no hay que buscarla «fuera» de él, sino dentro de él, en las sustancias singulares como las piedras, las plantas, los hombres… que cada uno encuentra en la vida cotidiana.[1]

[1] Fabro Cornelio, Percepción y pensamiento, (Pamplona, Ediciones Universidad de Navarra, S.A., 1978) p. 297.

Está claro que en el hombre todo es relevante y que la verdad del hombre no es un resultado, un mosaico de piezas: no es artificial. El hombre es unitario  a priori. El estudio analítico del ser humano y de su dinamismo no es el más apropiado. Si nos empeñamos en aplicarlo, la cantidad de efectos secundarios que surgen escapa a cualquier control. Si se admite que no tener en cuenta todos los factores es aconsejable (o inevitable), usar el método analítico es lo adecuado, pero si no se admite, es decir, si se advierte que aunque la ciencia no es sistemáticamente consistente, la realidad humana sí lo es (o más amplia que la ciencia), se hace necesario considerar los temas antropológicos de otra manera. 

Polo, Leonardo, Quién es el hombre, (Madrid: Ediciones Rialp, 1991), p. 46.

Se puede concluir que la percepción es una cierta «síntesis» de sensibilidad y de pensamiento. Mejor todavía, más que hablar de síntesis que suena demasiado a extrinsicidad, digamos que la misma percepción es un pensamiento, no puro y abstracto, sino en cuanto está objetivado inmediatamente en los contenidos sensibles; un pensamiento que «incorpora» a sí la experiencia. Por esto se ha dicho justamente que el momento esencial en la percepción es la «incorporación del significado» (micote). La percepción, por tanto, ni es sensación pura ni pensamiento puro; más bien se trata de «pensamiento vivido», al que no puede ser extraño el mismo pensamiento puro, y sin el cual no es posible formar alguna de pensamiento puro. En esta inmanencia de lo abstracto en lo concreto, y la correspondiente incorporación de lo uno en lo otro, las que posibilitan tanto nuestro pensamiento como nuestra percepción.

Fabro Cornelio, Percepción y pensamiento, (Pamplona, Ediciones Universidad de Navarra, S.A., 1978) p. 33.